Es la más moderna de todas las que existían, tiene unos doscientos años de vida y es la única que se mantiene en buen estado de conservación y en funcionamiento.
VISITA
PUEBLO
De los trabajos de investigación realizados por Don Lorenzo Rodríguez Amores sobre Madrigalejo y su historia, sacamos numerosos datos interesantes. Toda una vida recogiendo información histórica y viviendo la realidad de su tiempo se nota en la profusión de detalles que aporta a la memoria colectiva.
Cuenta como en Madrigalejo existían hasta cinco ermitas: Ermita de los Santos Mártires que estaba en la calle Hondonada, la Ermita de San Gregorio en la calle Gallego Fortuna, la Ermita de San Sebastián en el arrabal Barrios Altos, Ermita de Santiago que estaba en el campo y esta: la Ermita de Nuestra Señora de las Angustias.
Es la más moderna de todas, tiene unos doscientos años de vida y es la única que se mantiene en buen estado de conservación y en funcionamiento, con un culto regular. Para su construcción se reciclaron los materiales de la Ermita de San Gregorio, por entonces totalmente desmantelada por su estado ruinoso. Además se trajeron los sillares de granito de los berrocales de Zorita,. El alcalde de entonces, 1791, afirmaba que sería «de hermoso aspecto y fábrica, y sin duda, se llevaría la atención del pueblo».
La verdad es que tiene una bonita figura. Aun casi tapada por las casas colindantes se aprecia un buen gusto general en su concepción y ejecución. Su fachada es de estilo barroco y presenta una entrada sencilla aunque robusta, encima hay una hornacina que alberga una escultura de la Virgen con el Niño. Tiene planta rectangular, destinando pequeños espacios a la sacristía y al camarín. Las bóvedas tienen forma de cúpula en la cabecera y de aristas en el resto. Está muy bonita de ver, pues la decoración está muy cuidada, los colores combinan y de detalles están en cada rincón.
La tradición cuenta como se da a la imagen de Ntra. Sra. de las Angustias la mayor antigüedad del pueblo. Se trata de una imagen barroca, de pequeñas dimensiones, policromada. También hay otras tallas, como la Virgen del Rosario, ya de estilo posterior, de las conocidas como vírgenes vestidas. Su cara es morena con las mejillas coloreadas. Fue traída en 1789, tres años antes de la construcción de la ermita y en los festejos de bienvenida se lanzaron cohetes y quemaron fuegos artificiales por primera vez en la población. La llaman la de «la Carrerita».
La Carrerita es la última procesión de Semana Santa, la del Domingo de Resurección. Al amanecer salen al encuentro la Virgen del Rosario, que es portada por hombre y el Cristo Resucitado que es portada por mujeres. Dicho encuentro se produce, como dice su nombre, a la carrera, que es costumbre extendida en los pueblos del Guadiana. Son momentos muy emocionantes pues concurren muchas motivaciones que van desde la muerte y la resurrección de Cristo hasta el amanecer de una nueva primavera que ya se acaricia. Las dos figuras corren al encuentro de manera desaforada, el bamboleo de las esculturas es incesante, por momentos parece que van a caer. Algunos años sucedió que la Virgen cayó de su trono, otros había cierto pique entre chicos y chicas, siempre mucha expectación y alegría. El ritual ha ido variando y se va adaptando a los nuevos tiempos, sin embargo, quedan en los antiguos rituales, rasgos interesantes para recuperar.
Se abre al culto en el siglo XVIII según el acta que se conserva y dice: «Yo el cura rector don Vicente Joachin de Ávila, con licencia del Ilustrísimo … Obispo de Plasencia, benbije la Hermita de Nuestra Señora de las Angustias, sita a la salida de la calle San Juan y fabricada a costa de la debocion de esta feligresía, el día 17 de Junio de 1792»
En nuestro paseo por Madrigalejo, es de obligado paso. Es un lugar bastante accesible y posiblemente lo encontremos abierto.
